OH!, bendito y glorioso Lázaro de Betania,
amparo y sostén de Marta y María.
A ti llamo, ¡OH!, amado
y siempre vivo espíritu de gracia
con la misma fe y amor
que Jesús llamó a la puerta de tu sepulcro
de donde saliste vivo y glorioso,
después de haber estado
por espacio de cuatro días consecutivos
tu cuerpo enterrado,
sin haber dado la más leve señal
de impureza e imperfección.
Así, también, yo os llamo hoy
a la puerta de tu santo espíritu
para que con la misma fe que Dios infundió en ti,
me concedas lo que en esta oración te pido…
(Hacer la Petición)
Invocando para ello
el incomparable amor con que Dios
te quiso premiar
y la resignación que supiste sufrir
los tiempos e tu vida material.
Gracias benditas animas por.el favor recibido.... oren crean en ellas..
ResponderEliminarson muy efectivas...doy mi testimonio