La Virgen María, es la principal fuente de la beben enfermos, atribulados, sufrientes y deprimidos para recuperar la salud y sanar de sus angustias y depresiones. Se la invoca para obtener su consuelo y fortaleza maternos por todos aquellos que sufren, en sus diversas advocaciones ya que es corredentora con Cristo en la obra de la salvación.
Fomentaremos el amor personal y colectivo por la Virgen María, manifestándolo con un acto especial de devoción para solicitar su ayuda y protección.
ORACIÓN
Madre mía Celestial
los qué me tienes reservado
no sé si es dolor o alegría,
pero sé que en este día
en que me siento agotado
sólo pienso en tu Hijo
que llevó su Cruz a cuestas,
que cargó todo el dolor
sin expresar una queja.
Cuánto sufrió Jesús
por el mundo y sus pecados,
y también pienso en Ti,
porque tu dolor no tiene comparación,
nada ni nadie en la tierra
sufrió lo que Tu sufriste.
Y siento que yo Virgen mía
tendría que estar llorando
no de pena sino de alegría
por la carga que me das.
Ayúdame Madre mía
con el peso de mi carga
y dame una solución.
Madre perdón por tener
estos pensamientos negativos,
por el mundo y sus pecados,
y también pienso en Ti,
porque tu dolor no tiene comparación,
nada ni nadie en la tierra
sufrió lo que Tu sufriste.
Y siento que yo Virgen mía
tendría que estar llorando
no de pena sino de alegría
por la carga que me das.
Ayúdame Madre mía
con el peso de mi carga
y dame una solución.
Madre perdón por tener
estos pensamientos negativos,
es mi mal estado de ánimo
el que me hace caer en la depresión,
y por eso solicito tu ayuda
para poder salir adelante
con mi carga más ligera y liviana.
Ahora me siento aliviado
sé que estoy iluminado
y me siento resguardado
con tu protección.
Amén.
sé que estoy iluminado
y me siento resguardado
con tu protección.
Amén.
Los Evangelios, en las descripciones de la breve pero intensa vida pública de Jesús, atestiguan que proclamó la Palabra y sanó a los enfermos, signo por excelencia de la cercanía del Reino de Dios
De hecho, Dios desea sanar a todo el hombre, y en el Evangelio la curación del cuerpo es un signo de una curación más profunda, que es la remisión de los pecados
Por lo tanto, no es sorprendente que María, Madre y modelo de la Iglesia, sea invocada y venerada como "salus infirmorum", "salud de los enfermos". Como primera y perfecta discípula de su Hijo, ella siempre ha demostrado su inmensa compasión y caridad para con los que sufren renovando sus fuerzas, y sanando sus cuerpos y sus almas.
De hecho, Dios desea sanar a todo el hombre, y en el Evangelio la curación del cuerpo es un signo de una curación más profunda, que es la remisión de los pecados
Por lo tanto, no es sorprendente que María, Madre y modelo de la Iglesia, sea invocada y venerada como "salus infirmorum", "salud de los enfermos". Como primera y perfecta discípula de su Hijo, ella siempre ha demostrado su inmensa compasión y caridad para con los que sufren renovando sus fuerzas, y sanando sus cuerpos y sus almas.
Las miles de personas que acuden a los santuarios marianos para invocar a la Madre de Cristo y encontrar fortaleza y alivio dan testimonio de esto.
La narrativa del Evangelio de la Visitación (cf. Lucas 1: 39-56) nos muestra cómo la Virgen, después del anuncio evangélico, no se guardó el regalo recibido, sino que se marchó de inmediato a ayudar a su prima Santa Isabel, que estaba embarazada de seis meses, para brindarle su ayuda y compañía, ya que ella era de edad avanzada, y se temía por su salud.