Santa Ana de Dios amada,
Y de todos alegría:
Sed siempre nuestra abogada,
Pues sois madre de María.
Veinte años estuviste
Sin fruto de bendición,
Y con grande admiración
A una deidad pariste:
En vuestro parto agraciado
Gracia el mundo recibía.
Y de todos alegría:
Sed siempre nuestra abogada,
Pues sois madre de María.
Veinte años estuviste
Sin fruto de bendición,
Y con grande admiración
A una deidad pariste:
En vuestro parto agraciado
Gracia el mundo recibía.
Sois mujer de más fortuna
Que todo el mundo ha tenido,
Pues sois la que ha producido
La estrella que es Sol y Luna:
Por cielo sois venerada
Donde tanta luz lucía.
En limosnas y oraciones
Fue siempre vuestro ejercicio
Y a Dios tuvisteis propicio.
En vuestras deprecaciones
Por su abuela sois nombrada
Pariendo a la luz del día.
Sois la concha primorosa,
Que a estimación nos incita,
Pues disteis la margarita
que es un reino por preciosa:
y en prenda tan remontada
el mundo se enriquecía.
Pues todo el mundo os aclama
Madre de consolación,
Dad fruto de bendición
Al que en su aflicción os llama:
Siendo la mujer guardada
En su parto y agonía.
Santa Ana de Dios amada,
Y de todos alegría;
Sed siempre nuestra abogada
Pues sois madre de María.
Amén
Amén