Por tu suprema grandeza de poder
busco refugio y protección ante ti
para que
en esta vida no vaya yo a caer
en la esclavitud de la pobreza.
Líbrame de este
mal pensamiento.
Te pido el privilegio de tener trabajo productivo
para
apuntalar mis virtudes,
lucir mis honores, y para imponer
y que tomen en cuenta
mis opiniones y saber;
porque la experiencia humana nos enseña
que el honor, la
virtud y el saber,
sin dinero tienen poco valor.
Amén.