¡Oh, Madre del Perpetuo Socorro!
En cuyos brazos el mismo Nino Jesus
parece buscar seguro refugio,
ya que ese mismo Dios hecho Hijo tuyo
como tierna Madre lo estrechas contra tu pecho
y sujetas sus manos con tu diestra.
No permitas, Señora,
que ese mismo Jesus
ofendido por nuestras culpas
descargue sobre el mundo
el brazo de su irritada justicia;
ofendido por nuestras culpas
descargue sobre el mundo
el brazo de su irritada justicia;
Sé tú nuestra Poderosa Mediadora y Abogada
y detenga tu maternal socorro los castigos
que hemos merecido.
Hoy, Madre mia,
quiero hacerte un ruego muy especial.
Se trata de que me concedas:
quiero hacerte un ruego muy especial.
Se trata de que me concedas:
(Hacer la petición)
¿Quien mejor que tu conoce
mis necesidades y angustias?
Cubreme con tu manto y socorreme,
Bendita Madre.
Amén.
Alejad de mi esta afliccion o dame virtud y fortaleza para sufrirla por amor a Dios
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