
Oh mi Señor Jesús, que eres gloria de los vivos,
salud de los enfermos, luz y guía de los fallecidos:
Atiende hoy la sincera súplica que te hago
desde el fondo mas sincero de mi corazón, y, con toda mi fe.
Tú, que entendiste como ningún otro Hombre,
el dolor, la desesperación y la miseria de los enfermos
curando sus cuerpos y alimentando su espíritu,
devolviendo la salud a los que en ti creían,
escucha hoy a nuestros enfermos,...